jueves, 24 de noviembre de 2011

Estoy en paro. Difícil panorama

Encontrar un empleo, en estos tiempos de dificultades económicas en los que nos encontramos, con una tasa del desempleo superior al 20% y con unas empresas sin acceso al crédito y que tienden a reducir gastos fijos de manera vertiginosa, se presenta como algo parecido a subir una montaña.
El objetivo es llegar a la cumbre, y para ello hay que sortear todas las dificultades que la escalada nos presenta. Decidir la mejor ruta a seguir para el objetivo último y realizar las pausas necesarias para analizar el camino recorrido, comprobar nuestro estado físico y proseguir hasta la cumbre. Este símil alpinístico es interesante para describir el proceso de búsqueda de un trabajo, y se puede utilizar perfectamente si el alpinista, en este caso el desempleado, es una persona con discapacidad.
http://jcvalda.wordpress.com/

La diferencia radica, al menos en tiempos de bonanza económica, en que si para una persona sin discapacidad ese tiempo dedicado a buscar empleo es relativamente corto, para un discapacitado los plazos se alargan, y se alargan mucho, porque como siempre he dicho: somos el último eslabón de la cadena de la empleabilidad y nuestra integración laboral solo se produce cuando todos los demás colectivos con dificultades de inserción ya están trabajando.
Así que es fácil suponer que cuando ahora nadie encuentra trabajo, las personas con discapacidad no lo tenemos más difícil que antes, porque ya más difícil era imposible, sino que prácticamente estamos sin opciones reales de ser contratados.
http://perezjulio.blogspot.com/

Pues bien, ahora me ha tocado a mi. Esta mañana he terminado mi beca de INTEGRARural07. Un proyecto del Gobierno de La Rioja en el que 15 becarios hemos estado repartidos por distintos municipios riojanos colaborando con los secretarios municipales para descargarles de trabajo, colaborar en las tareas administrativas que necesitasen y ¿porque no decirlo? intentar que de esa experiencia y esfuerzo surgiera la posibilidad de algún contrato laboral que permitiera seguir trabajando al final del periodo formativo.
Yo he estado en El Redal, un pequeño pueblo del Valle de Ocón. En un principio me había correspondido trabajar en El Villar de Arnedo, pero su ayuntamiento no está accesible y tuvieron que cambiarme a El Redal.
La experiencia ha sido interesante. La crisis económica hace mella en todos los municipios, da igual su tamaño y hay que reducir gastos ya que los ingresos no son lo que eran. He aprendido mucho del día a día de un consistorio y sobre como funciona realmente un ayuntamiento cuando los miembros de la corporación no son profesionales y en muchos casos tampoco tienen formación para desenvolverse con soltura en el complicado mundo de la burocracia administrativa.
http://delphosfriki.blogspot.com/

El caso es que hoy se ha acabado. Estoy sin trabajo y como ya tengo experiencia en estas cosas, sé que mi desempleo no será ni corto ni fácil. La discapacidad crea muchas barreras, para intentar derribarlas creé este Blog y la movilidad reducida, léase silla de ruedas, aumenta esas barreras, tanto físicas como mentales, estas últimas de complicada solución.
Pero tengo que seguir buscando y pensar que detrás de todas esas dificultades hay un huequito laboral para mi. Un espacio en el que poder demostrar que sé realizar mi trabajo, que soy eficaz en el desempeño de la tarea y que las dificultades que tenga ese empleo no me van a amilanar, las personas con discapacidad vemos y afrontamos dificultades todos los días y eso no nos achanta para quedarnos en casa y ser sujetos pasivos de nuestra propia vida.
http://www.airh.cl/index.php
Hoy comienzo un nuevo reto: encontrar trabajo. Mi autoestima y la hipoteca del banco me lo demandan. Que rueden los dados.

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